El movimiento es la mejor medicina

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Los amores de Verano son recuerdos Eternos


     Dicen que las historia fáciles no merecen ser contadas. En nuestra aventura yo podria llamarme Física y tu Quimica, ya que todo encajó a la perfección. Creo recordar que las palabras, los gestos, las ideas, los detalles... salian de la misma persona, no existia el Yo ni el Tu. Uso el verbo recordar como si alguna vez pudiera llegar a olvidar...

     Y entonces se acabó el verano. Tu volviste a tu gran ciudad y yo a mi pueblo, donde cada uno atendió sus obligaciones de la mejor manera posible, conscientes de que los amores de verano pierden las alas en el Otoño. A pesar de todo en el pueblo existía un viejo comerciante que solía llevar mercancías a la gran ciudad, quien se convirtió en nuestro pequeño medio para saber noticias del otro. De nada servia que el viejo desesperara y maldijera al verme cada dia acercarme y preguntarle por alguna de tus palabras, que ropas vestias, o simplemente a qué olías aquella tarde.  Semana tras semana alli estaba esperando al mercader siempre que regresaba de la ciudad.

     Contra todo pronostico esos simples detalles me mantenían más emocionado que cualquier cosa que pasara en el pueblo. Por ello, me lanzé! Cogí mi vieja maleta amarilla y roja y me dirigi a la ciudad con la esperanza de que no te hubieras olvidado de mi FISICA. Y que alegria me lleve!!  Alli estaba la QUIMICA tan bonita como siempre, parecia que el tiempo no habia pasado. Los susurros y los abrazos se escondian por los callejones de la gran ciudad haciendonos retroceder 204 dias como si nada hubiera pasado. Pero no era verano...

     Faltaban las puestas de sol, los pajaros silbando, los lugares soñados.  Mucho para una historia real, pero no suficiente para un amor de Verano. Y entonces me di cuenta de algo que llevaba tiempo sospechando. "Las películas no existen". En una película no veras silencios vergonzosos, no veras que alguien necesita un abrazo que no consigue, una disputa por el mando de la televisión, ni un ataque de celos. Pero en una película tampoco veras una mirada que transmite mas que mil palabras, ni una noche que puede durar dias enteros, ni tampoco ese consuelo que alguien puede necesitar en un momento sin ningun motivo confesable.
Y eso es porque las películas duran 90 minutos, y yo con eso no tendría ni PARA EMPEZAR....

     Con este pensamientos metido en la cabeza, después fue imposible volver a sacarlo. Y de esta manera me volví para mi pueblo consciente de que el amor de verano había terminado con el verano.  Desesperanzado y destrozado después del viaje, me hize a mi mismo una promesa.
Cuando viera a la chica elegida, no volveria nunca a tener con ella un AMOR DE VERANO. Sino uno por casi siempre nunca jamás...



31/05/2012

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